martes, 15 de noviembre de 2011

¡TÚ SÍ QUE VALES! En busca de una referencia asistencial para la Enfermería

Es común a todas las disciplinas científicas (y a otros trabajos, pero nosotros nos centraremos en los que usan el método científico) la existencia de “eminencias” en la aplicación práctica de esa disciplina.
Hablamos de esas personas de las que los profesionales quieren aprender, las admiran y las tienen como modelos de referencia.
En el caso de la asistencia sanitaria nos referimos a los  profesionales que consiguen progresos importantes en la clínica, avalados, por supuesto, por estudios científicos.
Estos profesionales son conocidos por el pleno de la profesión, los cuales siguen interesados las mejoras asistenciales que van logrando.
Pero, además, tienen su hueco en múltiples ocasiones en los medios de comunicación, mejorando notablemente la valoración subjetiva de la población de la importancia de su trabajo y de su valía profesional. Valoración que se extiende, como mancha de petróleo, sobre el resto de los profesionales, incrementando la evaluación positiva de la población a esa determinada disciplina.

En la Medicina, ningún ciudadano y profesional tiene problema alguno para identificar a esas “eminencias referentes”, sobre todo en el área de la Cirugía.

Sin embargo, una pregunta acecha en demasiadas ocasiones a los enfermeros. ¿Dónde están esos referentes de la práctica clínica en nuestra disciplina? ¿El trabajo de quién hemos de seguir? ¿Qué enfermero ha realizado avances importantes en la asistencia enfermera de sus pacientes?

Alguno habrá, aunque no lo conozcamos todos. Ya no hablo de un referente internacional, ¿no tenemos un referente nacional, aunque sea pequeñito?

Haberlos, haylos, como las meigas, ¡pero qué difícil es encontrarlos!

Quizás el problema es que planteamos mal la búsqueda.
Posiblemente esperamos la llegada del Gran Enfermero, docto, infalible y realizando avances continuos en todos los campos de la Enfermería, cual mesías judaico mil veces profetizado.

Busquemos en áreas definidas y dejemos la globalidad. Hallemos un referente en el tratamiento de las úlceras vasculares por insuficiencia venosa postraumáticas, aplicando la evidencia más reciente y fiable e incluso realizando sus propias investigaciones, sin exigir a priori que se trate de estudios clínicos aleatorizados triple ciego.
Quizás, en este primer momento de excavación arqueológica en busca del Santo Grial, nos baste con estudios de casos clínicos que apunten a una curación en menor tiempo, a una reducción del dolor, tanto en las curas como en el periodo intermedio y/o mejora de la circulación venosa periférica con su tratamiento.
Pero ya es algo en lo que destaca respecto a los que curan la úlcera sin prestar atención siquiera a su etiología y no sale de las gasas y el betadine (y eso porque retiraron la mercromina) o de los que aplicamos la evidencia sin plantear un estudio con el registro pormenorizado de las curas de nuestros pacientes.

Pero habrá otro enfermero, referencia nacional, que haya desarrollado un programa de reducción del temor en el paciente ante una operación quirúrgica urgente y que logre su objetivo de forma más eficiente que el resto.
Yo querría conocer ese programa y, entre todos, alguno podrá realizar estudios que lo avalen y mejoren su evidencia y con ello mejorar el mismo programa y la asistencia a los pacientes en numerosos lugares.

Encontremos a otros muchos que serán “referentes” de todos y, ¿por qué no? tal vez algún día los vea la población en la televisión hablando de la validación de una escala de valoración para riesgo de desequilibrio de líquidos para los pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva y que permita mejorar el control del paciente, con el asesoramiento enfermero, de la medicación diurética y antihipertensiva.

¿Es un sueño? No lo creo.
Los enfermeros referente están ahí fuera y, nosotros, como vulgar agente de los expedientes X, estamos obligados a encontrarlos.
Uno puede ser un referente sin ni siquiera saberlo.

Deberíamos marcar los criterios que debe cumplir un enfermero para ser considerado referente en un campo determinado.

Podríamos empezar fijando dichos criterios.
Tal vez uno de ellos sea que realice sus intervenciones en el marco de una investigación propia que avale (¿con qué nivel de evidencia?) la consecución de un mayor bienestar en el paciente que con otras intervenciones, que los enfermeros que trabajan con él lo consideren consultor en ese campo…
En fin, los criterios que consensuemos.

¿Empezamos a definir lo que queremos encontrar y damos el pistoletazo de salida para tener referentes enfermeros en determinados campos a corto/medio plazo?

Yo creo que es el momento.

2 comentarios:

  1. Bienvenido a este mundo de los blogs. Cada vez que veo que un enfermero se arriesga a escribir sus reflexiones para un publico mas amplio que su entorno laboral me alegro muchisimo.

    Ahora, como dirían "unos referentes" al turron. Tu reflexion es interesante. Hay referentes pero no pueden ni podrán ser comparados jamas con los referentes de otras disciplinas con mucha más facil y mejor prensa. La enfermeria tiene dificil marketing pero como la tienen otras profesiones.

    Por eso creo que, quizás, en vez de hacer una llamada a buscar los referentes y a "crear" unos criterios para localizarlos (que nos gustan las clasificaciones y los criterios), porque no aprovechamos la potencia de este entorno para generarlos. Yo conozco a ese referente en Ulceras y ademas tiene cuenta en Facebook (Pablo Lopez Casanova). Yo conozco a esa enfermera que hace maravillas con el DdE de Temor y tiene blog y esta en FB y en TT (Rosa Mª Nieto). Yo conozco a un enfermero referente en urgencias extrahospitalarias y está en FB, en TT y tambien tiene blog (Antonio J. Valenzuela) Y así miles...

    Dejemos de monsergas y de copias modelos de otros... aprovechemos nuestros propios recursos y dejemos de una vez de lamernos las heridas.

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  2. Estamos de acuerdo. Los "referentes", entendiéndolos como profesionales que hacen avanzar la Disciplina enfermera existen.

    El problema es que la mayoría de los enfermeros los desconocen y no pueden mirarse en su espejo para reflexionar sobre el reflejo que reciben.

    Promovamos su reconocimiento por el resto de compañeros, démoslos a conocer a los que no acceden al mundo virtual.

    Por cierto, gracias por el comentario.

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