martes, 15 de noviembre de 2011

¿Conoces a tu enfermera?


Muchas son las veces que se ha puesto de manifiesto en variados foros el hecho de la invisibilidad enfermera.

Esta invisibilidad, que oculta quiénes somos, qué hacemos y, lo más importante, qué servicios podemos ofertar a la población, ha sido señalada, razonadamente, como uno de los principales motivos del mínimo valor dado a la enfermera como pilar fundamental de la sanidad tanto por la población en general y los políticos como por las propias enfermeras.

La invisibilidad es fuente de inseguridad, baja autoestima y propicia el “burn out” profesional, iniciando y manteniendo un círculo vicioso que impide la pérdida de invisibilidad por el mero hecho de ser invisibles.

Algo se ha de hacer, es innegable, pues, al igual que los colectivos de homosexuales y transexuales se mantenían apartados de la sociedad porque no existían para ésta hasta que se hicieron visibles de forma notable en coloridas manifestaciones multitudinarias, las enfermeras seguirán sin tener la consideración que deben por la importancia vital que tienen en la sociedad.

El problema es que nadie nos ve, no ven nuestro trabajo (no entraremos hoy en el problema de los registros y las nomenclaturas estandarizadas) ni ven nuestro potencial.

Y lo que no se ve, no existe. Verbigracia, los fantasmas.

Como decía, algo hay que hacer.

No propongo la realización de una gran manifestación en el Día del Orgullo enfermero (el 12 de Mayo, por supuesto), aunque no deja de ser una opción que ha funcionado en otros colectivos.

Somos proveedores de un servicio único y fundamental para la población hagámosle saber que estamos aquí para ofrecerles nuestro inimitable servicio.

¿Cómo? Como lo hacen todos, mediante las vulgares campañas publicitarias.

Existe un tipo de marketing, cuyo objetivo es mejorar la salud de la población, vender un cambio de mentalidad, de conductas de salud, de creencias, sin perseguir un beneficio económico para los que elaboran la campaña.

¿Por qué no se cambia la creencia de la población de que para un problema de salud hay que acudir al médico y no a la enfermera?
¿Se puede generar una nueva conducta de salud que es visitar a tu enfermera en la consulta (ya sea demanda o programada) para realizarse una revisión “holística”? Revisamos el coche periódicamente pero nosotros no acudimos a un chequeo completo cada equis tiempo. ¿Sabe la población que no necesita estar enfermo para ver a la enfermera?

Todo eso podemos hacerlo con el “marketing social”, que por cierto está catalogado como intervención enfermera en la Clasificación de Intervenciones de Enfermería (CIE/NIC).
Su definición para la NIC es “Utilización de los principios de marketing para influir en las creencias, actividades y conductas de salud para beneficiar a una población diana.”

Iniciemos el cambio, publicitémonos. Realicemos un proyecto realista, eficiente y utilizando los medios que la red de redes nos ofrece y su rapidez de transmisión.

Se trata de la creación de una marca definida e inimitable: La enfermera o la Enfermería.

Unos videos en el gran alojamiento de éstos en la red con una mínima calidad pero sin necesidad de ser profesionales, unas ilustraciones, pósters o dípticos, incluso virtuales, que nos definan y oferten nuestros servicios de forma inteligente, directa y atrayente y todo lo que sea necesario con los recursos disponibles.
Hagamos ver a la población que tiene necesidades que desconoce pero para las que nosotros ofertamos un servicio. Fomentemos el imprescindible boca a boca. Vendámonos como sólo nosotros podemos hacerlo.

Es recomendable, si no necesario, que los diferentes grupos enfermeros que existen en nuestra sociedad, diversas asociaciones, foros, sindicatos… se unan, con los recursos que en cada momento tengamos, en pos de la consecución de un único gran objetivo: Hacernos visibles como enfermeros y el servicio que ofertamos a la sociedad, incluidos políticos, otras profesiones sanitarias y a los propios profesionales de Enfermería.

No sería la primera iniciativa que se realiza sobre esto, ya la Sociedad de Enfermería Madrileña de Atención Primaria (SEMAP) realizó un tríptico que podéis ver aquí  
Información sobre el marketing social en:
Social Marketing in Public Health

1 comentario:

  1. Exacto, este es el camino. Que las enfermeras reconozcamos quienes somos, nos "conozcamos" a nosotras mismas y así poder enseñar al paciente, familia y comunidad quienes somos y en qué podemos ayudarles.
    El tríptico, es estupendo.
    Gracias!!!!

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